domingo, 2 de octubre de 2011

Nos pasamos la vida preguntándonos lo que habría pasado. A mi esta situación ya me empieza a cansar. No decimos "te quiero" por miedo a ser rechazados. No nos tiramos de cabeza por miedo a darnos un golpe. No nos lanzamos al vacío, por miedo a caer en plancha. ¿No estás cansado de medir tus pasos? ¿No te gustaría dejarte llevar? Venga, aunque solo fuera por un instante. Deja de preguntarte que hubiera pasado, y empieza a contar lo que pasó. Si te rechazan, sacales el dedo corazón, y vete con una sonrisa de oreja a oreja. Si te das un golpe, curatelo y vuelve a intentarlo. Desata esa cuerda que te ata a la razón. Disfruta, que la vida no está para otra cosa. Nada es imposible, la misma palabra lo dice: I´m posible. Ríe, salta, no leas las instrucciones. Guarda las cartas de amor, y tira los recibos del banco. Pero sobre todo, sonríe, y demuéstrale al mundo, que van a hacer falta algo más que unos simples bajones para acabar contigo. Si algo me ha enseñado todo esto es que el miedo a fallar es lo que hace que fallemos. No estoy diciendo que sea fácil, ni mucho menos, pero te aseguro, que merece la pena. Eso, es indiscutible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario